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Qué es esto del optimismo?

En los artículos anteriores, pudimos ver que el sentido de la vida es el sentido que elijamos darle. También vimos cómo nuestras creencias definen nuestra realidad y trazan nuestra “verdad”.

Probablemente el sentido de la vida y las creencias que nosotros tengamos hayan recibido el empujoncito de un agente invisible que nos haga ver la vida de manera más favorable o más desfavorable.

Según la RAE, Optimismo significa “la predisposición a entender y a analizar la realidad desde su aspecto más positivo” y también hace énfasis en el carácter filosófico que le otorga al universo el mayor grado de perfección posible.

Podemos elegir de qué manera mirar nuestra realidad

Un mismo acontecimiento puede resultar diferente para dos personas distintas. Una ruptura sentimental puede significar un drama para algunos y una oportunidad para otros.

En qué radica la diferencia? En que unos han elegido poner el foco de atención en un aspecto de la situación y otros en otra. Bajo el arsenal de creencias que traemos podemos llegar a tener mayor o menos tendencia a ubicar nuestra atención a las oportunidades que a los “fracasos”.

Para el optimista el fracaso no existe. Los resultados no esperados le enseñan y le dan más confianza para seguir intentando.

Esta comprobado que las personas optimistas tienen mayores chances de alcanzar sus objetivos, sencillamente porque tienen confianza que si siguen intentando lo van a lograr. Se quedan anclados en los intentos fallidos sino en la aventura que representa seguir ajustando variables hasta lograr lo que quieren.

Pero optimismo no es negación

Optimismo no significa negar la realidad. No implica hacer oídos sordos a nuestros problemas y hacer de cuenta que todo está bien. Optimismo significa ser capaz de extraer la savia que nutre de nuestras experiencias difíciles para poder aprender y seguir creciendo y expandiéndonos.

Es por eso que el optimismo es un condimento fundamental del Empoderamiento; porque si negamos nuestra oscuridad jamás seremos capaces de expandir nuestra luz. Pero suponiendo que miramos nuestra oscuridad y caemos en el pesimismo, lo único que haremos es sumirnos más y más en la espiral de la víctima, donde no hay salida aparente al dolor y nos convertimos en presa de nuestro sufrimiento, creencias y de la historia que nos contamos.

A través del optimismo aprendemos de nuestros errores, confiamos en nuestra capacidad de sortear la adversidad, encontramos sentido al dolor y expandimos nuestra sabiduría, en definitiva… a través del optimismo nos empoderamos.

Ser optimista es decir “Se que tengo un problema, pero tengo todo para salir adelante”; sea porque sos  capaz de resolverlo o porque entendés que el universo es perfecto y lo que te llega tarde o temprano imprimirá una enseñanza para tu crecimiento.

Cuánto optimismo hay en tu vida?

Todos tenemos problemas, miedos, dolores y contingencias.

Cómo las miras?

Qué aprendizaje encontrás?

Sos más grande o más chico que tus problemas?

Qué sentido le encontrás a tus problemas?

Qué nuevas creencias podrías instaurar acerca del para qué de los problemas?

Te dejo con estas preguntas, con una certeza optimista de que vas a saber encontrar las respuestas que mejor le hagan a tu vida.